viernes, 21 de enero de 2011

INTRODUCCIÓN

En este Manual de Convivencia se materializa el múltiple y complejo entramado que hace parte de la cotidianidad escolar: academia, clases, acuerdos, normas, protagonistas, responsabilidades, correctivos, elementos que no sólo involucran a los estudiantes y que al ser parte del diario vivir institucional obedecen a dinámicas continuas de negociación y conciliación entre los comprometidos, este proceso requiere de docentes, convencidos de la importancia de su labor como mediadores en la construcción del afecto, el diálogo, la conciliación, despojados del esquema que concibe la autoridad que da poder y dispuestos a emprender el camino de la búsqueda compartida.
Camino para transitar la experiencia de la pluralidad y la democracia, experiencia que la educación debe favorecer. No es un camino improvisado o arbitrario, es la estrategia de un obrar abierto de un proyecto fundado en el aprendizaje y el conocimiento en un saber definitivamente unificado y edificado sobre la incertidumbre de la norma.
La caminata democrática que iniciamos en la Institución Educativa EL DIAMANTE implica un profundo proceso pedagógico. No se entienda este Manual de Convivencia como una serie de obligaciones y cumplimientos de un orden teórico y normativo. Vamos a hacer de nuestra vida escolar una pedagogía de orden práctico, vivencial y permanente, donde los protagonistas somos todos: se trata de incorporar en nuestra vida escolar la conciliación que nos permitan ejercitar los preceptos de la participación y la democracia. Queremos tener una institución educativa del conocimiento y la democracia en donde aprendamos a hacer consensos y concertaciones a partir de los disensos  mediante el ejercicio de la convivencia respetuosa, nuestra institución debe ser una incubadora de cooperación, afecto, diálogo y solidaridad.

Con este Manual de Convivencia, no aspiramos a la santidad de nuestros estudiantes convertidos en Ángeles, que no van a volver a reír, cantar, saltar, gritar y ejecutar las emociones primarias de la ira, la agresividad el resentimiento y la envidia. Se trata es de que esas emociones tan humanas, tengan control y puedan ser sublimes en la creatividad, recursividad, madurez y crecimiento personal y social. Se pretende que los habitantes interiores de la institución se refinen, a fin de sublimar lo agresivo en lucha creativa.
Nada más agresivo que pensar, crear, triunfar, generar cambios, y transformaciones, romper viejos paradigmas y crear otros nuevos. Este manual de convivencia se debe convertir, no sólo en el regulador pacífico del conflicto sino en un verdadero paradigma de pedagogía vivencial y transformadora.

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